¿López Obrador hunde a México?


O1 de octubre del 2018, en el gobierno de Peña Nieto la gasolina la magna costaba $15.99 litro, Premium $ 17.79, diésel$ 17.03, hoy 22 abril 2024 precio por litro magna $ 24.79, diésel $ 26.19 litro…arriba de un 35% con una inflación en las cuentas negativas de la 4T.

Por Max Morales V
Poder, política es igual a traición y corrupción.
Mexicoaldia.com.mx.

CDMX. 22 Abril 2024.- Aún recuerdo cuando fuimos citados el día 21 de marzo de 2018, al pie del Hemiciclo a Juárez, el candidato Andrés Manuel López Obrador prometió que, de ganar las elecciones presidenciales, México dejaría atrás la expansión mediocre de la economía que se había dado durante el periodo neoliberal –2% anual promedio– y se detonaría un crecimiento del PIB de 4% anual y 6% al final del sexenio.

Pero ¿qué pasó? En el primer año del gobierno lopezobradorista la economía se contrajo 0.3 por ciento, principalmente por el mal clima para las inversiones creado por la cancelación del proyecto de aeropuerto en Texcoco.

En abril de 2019, en una de sus mañaneras, el Presidente había apostado que el PIB crecería 2% ese año y 3% el año siguiente. En mayo de 2020, viendo que sus pronósticos no resultaban, dijo que su gobierno estaba trabajando en un nuevo indicador económico, para medir el “bienestar” y así sustituir al PIB. Nunca lo dio a conocer.

Hasta 2023, el crecimiento acumulado en el sexenio era de 3.9%. En caso de alcanzar 2.4% de expansión del PIB pronosticado por el FMI la semana pasada, sumará 6.3% en el sexenio. Es decir, un promedio de 1.05% anual, el más bajo desde el periodo presidencial de Miguel de la Madrid y la cuarta parte de lo que había prometido López Obrador en campaña.

En este punto, quizá algunos lectores estén dispuestos a explicar el mal desempeño económico del actual gobierno por la pandemia. Tienen razón en cuanto a que el desplome de 2020 (-8.7%) no se había visto desde 1932. Sin embargo, muchos otros países lograron un crecimiento más alto, a pesar del covid. De hecho, en la lista de las 45 economías más grandes del mundo, México aparece en el lugar 31 cuando se compara cómo rebotó cada una de ellas luego de pasar el bache de la pandemia.

En el primer lugar aparece Vietnam. La economía del país asiático –que compite con México en la atracción de inversiones que han salido de China– acumuló una expansión de 25.9% entre 2019 y 2023, de acuerdo con el Banco Mundial, 6.6 veces más que México. Arriba de México, en cuanto al desempeño de su economía en el último lustro, se encuentran, entre otros, Colombia, Filipinas, Brasil y Corea del Sur.

Además, en estimaciones recientes, el FMI nos coloca en la posición 137 de 189 de la lista global de la expansión del PIB per cápita con un crecimiento de 0.8% (incluyendo el pronóstico de 2024). Es decir, la riqueza económica por habitante en México se mantuvo casi estática desde 2018.

En la reciente reunión de primavera del Banco Mundial, el economista en jefe para América Latina de ese organismo financiero, William F. Maloney, echó un balde de agua fría sobre la expectativa de que México pueda beneficiarse enormemente de las inversiones previstas por el nearshoring, pues si bien el país aparece en el papel como el potencial ganador de la atracción de esos flujos, por su vecindad con EU, también está claro que prevalecen obstáculos para el desarrollo de las industrias, como la escasez de electricidad y de agua, así como “cierta falta de orientación hacia los inversionistas extranjeros para ayudarlos a navegar al sistema mexicano”.

Como he escrito aquí en diversas ocasiones, la relocalización de empresas ha generado oportunidades enormes para México, pero no somos el único jugador en el mundo ni llegarán esas inversiones en automático. Se requiere hacer la tarea, y el actual gobierno desmanteló la red de promoción del país que existía en el extranjero, cargando a las embajadas con una responsabilidad que no siempre pueden realizar de la manera más eficiente. Increíblemente, ni siquiera ha mandado delegaciones de alto nivel al Foro Económico Mundial de Davos.

Si nos atenemos al más reciente pronóstico de crecimiento según Pascal Beltrán del Río, cifras del FMI para México en 2024 y 2025 –2.4% y 1.4%, respectivamente, mismo que, desde luego, puede estar errado–, nuestro país debe despedirse de alcanzar una expansión de su Producto Interno Bruto en los próximos años que supere al logrado durante los años del neoliberalismo, pues ni el buen ritmo de la economía estadunidense previsto para el siguiente bienio lo ayudará.

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