Veracruz, Ver.- Los delitos que se cometen contra migrantes han reducido la población que emprende el viaje; además, buscan rutas alternas para no toparse a las autoridades o al crimen organizado, por lo que el problema resulta difícil de retratar indicó el defensor de derechos humanos, Alejandro Solalinde Guerra.
Expresó que existe una falla en las políticas públicas desarrolladas por el gobierno federal actual, que generan aún más violencia contra los migrantes. “El programa de la frontera sur implementado por el gobierno federal el 7 de julio del 2014 (…) con él ya no permitieron a los migrantes subirse en el tren, entonces ellos tienen que seguir como puedan; hacinados en tráilers o como sea porque no les permitieron subir en el tren porque no quieren que Estados Unidos es el país qué les pagaba no quería que se viera el segundo año es que se está generando una migración circular de las personas están siendo deportadas”, explicó.
Solalinde Guerra indicó que debe haber un cambio en las políticas públicas además de auditorías para que realmente se rindan cuentas en este tema. Afirmó que el único candidato que ha presentado un programa para los migrantes es Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional. Consideró que lo que habría de parte de otros candidatos sería la continuidad de lo mismo que se ha vivido en gobiernos anteriores. “Buscarían una continuidad de lo mismo la misma política pública que ha tenido Peña Nieto con Estados Unidos y Felipe Calderón ya que es una dependencia oficial.
“El desprecio que vemos en Estados Unidos y Donald Trump es el mismo desprecio que vemos en el Instituto Nacional de Migración por culpa de Peña Nieto”, explicó.
Desaparecidos
El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra afirmó que las desapariciones y las ejecuciones en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares continúan ocurriendo como en las administraciones de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.
Incluso, el defensor de los derechos humanos manifestó que el abuso policial persiste en la administración yunista, pues es la escuela que dejó Fidel Herrera Beltrán y que siguió Javier Duarte de Ochoa, lo cual está pendiente de resolver por parte del gobierno estatal actual.
“Seguimos viendo desapariciones, seguimos viendo abusos policiales, seguimos viendo esos jóvenes que siguen desapareciendo y que siguen apareciendo asesinados como en el tiempo de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa”, subrayó.
Durante la visita a esta ciudad, el sacerdote católico reiteró que los obispos veracruzanos son omisos en el acompañamiento a las familias de los desaparecidos. Alejandro Solalinde consideró que los jerarcas católicos veracruzanos deben encarnar el dolor por el cual atraviesan las familias de los desaparecidos en el estado. “La iglesia católica ha sido omisa aquí en Veracruz, lo voy a volver a decir y lo diré siempre porque lo que han hecho no es suficiente, hace falta que sientan el dolor de las madres, que se bajen, que sientan el dolor de las víctimas y que puedan escucharlas a ellas”, insistió.
Solalinde Guerra afirmó que las autoridades no han tomado una decisión correcta en torno al apoyo a las familias de desaparecidos y la agilidad que debe haber para buscar a las víctimas. “Fuera de la política que ha seguido el gobierno de dizque acompañar a las familias de los desaparecidos, realmente sólo se está cubriendo un expediente porque no se está acompañando realmente a las víctimas; ellas, las víctimas están solas, no tienen el apoyo que podrían tener, el apoyo económico, pero también el apoyo interinstitucional que se requiere las mamás están buscando –casi casi por inercia– las mueve su amor a los hijos la verdad en la eficacia hay muy pocos resultados”, señaló.
El defensor de los derechos humanos consideró que esta situación es injusta para las víctimas de todo el país de la desaparición.
Rompimiento con la
Iglesia en Veracruz
Solalinde Guerra aseguró que la Iglesia católica en Veracruz la ha fallado a los familiares de personas desaparecidas. “Lo que han hecho no es suficiente hace falta que sienten el dolor de las madres que se sienta el dolor de las víctimas (…) cada vez que llegaba Veracruz me reunía con las mamás de las personas desaparecidas el obispo actual de Veracruz le prohibió a los franciscanos y a los mercedarios que me recibiera, yo ya no puedo llegar ahí para platicar porque ya lo prohibió el obispo”, afirmó.
